MARTÍN BARRERO, A.; MARTÍNEZ CABRERA, F.
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19,00 €Prólogo
Bloque I. Introducción
Bloque II. Aspectos conceptuales de un modelo de juego
2.1. Análisis y revisión teórica
2.2. Consideraciones iniciales sobre el modelo de juego
2.3. Estructura sobre la que construir un modelo de juego
Bloque III. Diseño de un modelo de juego
3.1. Hoja de ruta
3.2. Ejemplo práctico
3.3. Desde el diseño del Modelo a la planificación del entrenamiento
3.4. El rol del entrenador dentro del modelo de juego
3.5. El modelo de juego en el fútbol formativo
Bloque IV. La preparación física dentro del modelo de juego
4.1. Aspectos condicionales englobados en la propuesta de juego: dualidad entrenador y preparador físico
4.2. Contextualización de las demandas condicionales dentro de un modelo de juego propio. Individualización del trabajo dentro de la globalidad del equipo
4.3. Valoración de las exigencias condicionales
4.4. Factores a considerar en la individualización del trabajo
4.4.1. Posición de juego
4.4.2. Nivel competitivo
4.4.3. Capacidad individual
4.4.4. Edad
4.4.5. Modelo de juego propio
4.4.6. Situaciones contextuales de partido
Referencias
La figura del entrenador en la historia del fútbol siempre ha mantenido un plano relevante en la evolución del juego y la forma de entender el entrenamiento. En las primeras etapas, la inquietud de estos iba mayoritariamente orientada a encontrar los sistemas de juego (a través de la ocupación de espacios) que pudiesen desestabilizar al rival y favorecer nuevas alternativas ofensivas y defensivas. Así es como el juego empezó a evolucionar del 1-1-8 de 1870, para, posteriormente, a través de las nuevas estrategias que impulsaron los entrenadores, pasar por el famosos sistema piramidal del 2-3-5, o la época del WM y su variante “punta de lanza”, que empezó a funcionar una vez se modificó la regla del fuera de juego y que perduró prácticamente hasta el mundial de 1954.
Sin embargo, hasta 1950 aproximadamente no hubo especial preocupación por reforzar la línea defensiva, y es cuando se empezó a imponer el sistema con cuatro defensas, para pasar posteriormente el Catenaccio, hasta que en 1970 el juego sufrió una gran evolución en las dos fases del juego a través del concepto del fútbol total, donde se potenció el dinamismo del jugador y su inteligencia para participar en tareas tanto ofensivas (permitiendo que los defensores incurriesen con importancia en acciones de ataque) como defensivas (el delantero era el primero que iba que asumía el rol defensivo y se involucraba en las labores de robo del balón). Posteriormente, y hasta nuestros tiempos, se han ido utilizando diferentes sistemas que han ido marcando tendencia según el éxito deportivo de aquellos clubes que participaban en los campeonatos del mundo, Copas de Europa etc.
Sin embargo, esta evolución del entrenador no ha sido única y exclusivamente desde el punto de vista del juego. La figura del preparador físico y el estudio y análisis del entrenamiento desde un punto de vista más académico y científico ha permitido y ayudado al entrenador a progresar y hacerle consciente de que para conseguir el éxito no vale tan solo con analizar el juego desde una perspectiva competitiva y estratégica, sino que para que el jugador llegue a tener altas cuotas de rendimiento debe ser entrenado a consciencia para ello, con un método que permita conseguir las adaptaciones que el juego y el entrenador requieren.
Así empezaron a aparecer los primeros métodos de entrenamiento, muy orientados a los deportes individuales, que por aquel entonces ya se habían adelantado y estudiaban sus métodos para conseguir mayores éxitos. Estos primeros sistemas de entrenamiento, donde los modelos de planificación, de diseño de tareas y de entrenamiento en general, que distaban mucho del juego, pero que al menos empezaban a generar una cultura del progreso y del esfuerzo para poder rendir mejor. Posteriormente, a través del estudio e investigaciones, se originaron nuevas tendencias en el entrenamiento que provocaron una gran evolución en este deporte, orientando el proceso del entrenamiento a las necesidades del juego y el carácter de la competición.
Llegados a este punto, la alta y fuerte competitividad que aflora en el fútbol profesional, ha favorecido que los entrenadores traten de buscar a través del análisis del juego y la construcción de un esquema que ayude a transmitir las ideas del entrenador al equipo, con el fin de alcanzar de la manera más rápida posible las mejores prestaciones en competición. Es a partir de aquí, cuando comienza a aparecer la idea de Modelo de Juego (MJ), eje sobre el que gira esta obra y sobre el cual los autores intentaremos arrojar algo de luz a través del estudio, la investigación y algunas propuestas teóricas y prácticas. Es importante resaltar que el contenido de este trabajo ha sido desarrollado con la convicción plena de querer exponer nuestras inquietudes e ideas, alejándonos en todo momento de querer imponer, generar o establecer un método cerrado, que se aleje de la reflexión o se pueda convertir en recetas o fórmulas.