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39,90 €Frustrado por las limitaciones de la ciencia médica de mediados del siglo XIX, Andrew Taylor Still se pregunta: “En la enfermedad, ¿Es qué Dios ha dejado al hombre en la ignorancia? ¿Tratando de adivinar qué anda mal?”
Reconoce en cada “hijo del dios de la naturaleza” una unidad de un sistema viviente que coexiste con su entorno en una interacción permanente, y da valor a la capacidad homeostática de este exuberante sistema de relación, el ser humano.
Persuadido de que solo hay perfección, desarrolló un procedimiento racional de diagnóstico y tratamiento manual, preciso, exhaustivo y verificable en el que la importancia de la relación entre la anatomía y la fisiología encuentra correspondencia con el valor inherente a la pureza de la sangre como fluido vital e imprescindible.
Este método científico tiene una plataforma tan sólida como la materia misma, y exige una irreprochable destreza operativa, la cual incluye el desarrollo de atributos manuales como también un pensamiento crítico de la clínica manifiesta.
En este libro encontramos explícitamente cuán lejos llevó su obra este hombre, adelantado a su época y con maestría vigente, en la aplicación de esta ciencia-arte. Implícitamente con gran esperanza, A. T. Still nos muestra de este modo, que nuestro espacio terapéutico es un lugar donde solo hay Osteopatía.